LDLG. Polémica para la Iglesia Católica la decisión judicial que otorga la posibilidad para que se le de muerte asistida a Ana Estrada Ugarte. Al pronunciamiento de los obispos que difundimos en este medio se suma el del Arzobispado de Piura y Tumbes a cargo de monseñor José Antonio Eguren Anselmi, para quien “La eutanasia es el descarte del enfermo”.
“A lo largo del año pasado y en diversos pronunciamientos, hemos venido alertando que diversas organizaciones anti-vida, viene aprovechándose de la actual pandemia que nos aflige, y de la crisis institucional que aqueja a todo el Estado, para promover diversas campañas para legalizar el aborto y la eutanasia en nuestro país. Es indignante que sea así, cuando lo fundamental en estos momentos sería centrarnos y esforzarnos por salvar las vidas de nuestros enfermos por Covid-19, consiguiendo oxígeno, medicinas, camas UCI, respiradores, y pruebas moleculares, las cuales no hay en nuestro país en las cantidades suficientes y están provocando la muerte de miles de peruanos” indican.
“El pasado jueves 25 de febrero, hemos recibido con dolor y estupefacción la noticia que el Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Lima ordenó al Ministerio de Salud (MINSA) y al Seguro Social (EsSALUD) aplicar la eutanasia a una mujer que solicitó poner fin a su vida a través de esta práctica” indica en referencia al caso de Estrada Ugarte.
Agregan que “Esta sentencia del Poder Judicial constituye una usurpación de las funciones legislativas. La eutanasia es anticonstitucional, y además está prohibida por el Código Civil, el Código Penal y la Ley General de Salud N° 26842, que establecen que se debe respetar la vida del ser humano desde su concepción hasta su muerte natural. Es decir, muerte sin intervención de terceras personas o de la misma persona”.
Precisan que “La vida humana es un bien indisponible, es decir es un derecho fundamental que no es susceptible de disponerse a voluntad. Su valor es intangible e inalienable. La dignidad humana es un valor en sí mismo, y no está sujeto a una autopercepción de la persona. Tanto en la eutanasia, como en el aborto, se apela a una mala entendida compasión para así poder eliminar el bien mayor que es la vida”.
Después de los argumentos exhortan “Por todo ello, exhorto al Procurador del Ministerio de Salud a que presente inmediatamente una apelación a la sentencia del Décimo Primer Juzgado Constitucional, porque los procuradores están obligados a actuar en defensa de la vida y de las leyes, y no por posiciones personales”.
Luego indican que una vez más reiteran que no existe el derecho a disponer de la propia vida, no existe el derecho a disponer de la vida de otros. La eutanasia es un crimen contra la vida. Incurable no es sinónimo de “poco valor”, “menos dignidad” o “in-cuidable”.
El dato:
Ana Estrada, padece de polimiositis desde hace más de 30 años, busca que el Estado reconozca su derecho a una muerte digna. La sentencia emitida es apelable antes de surtir efecto.
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