Los argentinos se vuelven a ilusionar con una nueva final de Copa del Mundo. De la mano de Lionel Messi y un intrépido Julián Álvarez, la ‘albiceleste’ ganó, goleó y gustó 3-0 a Croacia.
Los dirigidos por Scaloni jugaron el partido como una verdadera final desde el minuto 1’. A pesar del control pasajero de los croatas, supieron golpear en los momentos justos. En el primer tiempo aprovecharon dos errores de los balcánicos y se fueron al descanso con el marcador a favor 2-0. El detalle de los goles no son poca cosa. El primero llegó sobre los 33’ desde los 12 pasos, tras un atropello de Livakovic a Álvarez. No pasó desapercibido para el árbitro Daniele Orsato.
El encargado no era otro que Lionel Messi. Aseguró un remate potente a media altura, inatajable para el arquero croata. El 1-0, desencajó las intenciones de los europeos. 6’ minutos más tarde, metros antes de la mitad de la cancha, nuevamente un inquietante Julián Álvarez cogió el balón y no lo paró nadie. Se metió hasta el área rival y teniendo posibilidad de dar pase a los lados, confió en él, aprovechó un par de rebotes y la mandó a guardar a los 39’. El Icónico Estadio de Lusail abarrotado de argentinos se vino abajo. Un contundente resultado que agiganta las ilusiones de llegar a la final.
Para el segundo tiempo el DT Dalic alistó tres cambios, Orsic, Vlasic y Petkovic para darle movilidad al mediocampo. Sin embargo, los ‘albicelestes’ no frenaron con su juego intenso. Producto de ello los dos centrales se ganaron dos amarillas. Sin embargo a los 69’, Messi encaró sin freno y dibujó a uno de los centrales revelación del torneo, el enmascarado Joško Gvardiol. Lo llevó de izquierda a derecha, controlando el balón, ingresó por el sector derecho del área chica y sacó un pase al lado para que Álvarez anote su doblete y liquidara el partido 3-0.
Hoy los argentinos no duermen, hasta el domingo por lo menos. La posibilidad de que Messi gane su primer mundial en el último que juega ilusiona mucho al hincha. A eso se le suma que el ‘10’ argentino juega con absoluto liderazgo y protagonismo.
Argentina jugará su segunda final en 8 años y su rival saldrá del duelo entre Francia vs. Marruecos. Con los franceses hay una deuda pendiente por la eliminación en octavos de final por 4-3.
