Una investigación reciente revela el verdadero alcance de la acumulación de alérgenos en los teléfonos móviles inteligentes.
Según el censo de los Estados Unidos de 2018, los teléfonos inteligentes están presentes en el 85% de los hogares estadounidenses. Según los informes, se ven 14 millones de veces al día, lo que los convierte en receptáculos potenciales de peligros ambientales como los alérgenos. Un nuevo estudio que se presenta en la Reunión Científica Anual del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI, por sus siglas en inglés) de este año en Louisville, Kentucky, muestra niveles elevados de alérgenos de gatos y perros, así como de glucanos beta-D (BDG, por sus siglas en inglés) y endotoxinas en modelos telefónicos simulados.
“Los teléfonos inteligentes mostraron niveles elevados y variables de BDG y endotoxinas, y se encontraron alérgenos de gatos y perros en los teléfonos inteligentes de los dueños de mascotas”, explica Hana Ruran, autora principal del estudio. “Los BDG se encuentran en las paredes de las células fúngicas y se han encontrado en muchos entornos y superficies, lo que causa síntomas irritantes y crónicos en las vías respiratorias y convierte a los BDG en un marcador constante para estudiar el moho problemático. La endotoxina es un agente inflamatorio potente y un marcador de exposición a bacterias gramnegativas”.
Los investigadores crearon modelos de teléfonos que tenían un tamaño y una superficie similares a los de un teléfono real y la superficie frontal del modelo del teléfono se limpió como parte de la prueba. Se usaron pañitos electrostáticos para tomar muestras de modelos de teléfonos simulados de 15 voluntarios y después se midieron los niveles de alérgenos, BDG y endotoxinas en los “teléfonos”.
Los productos químicos utilizados en las soluciones de mezcla para la limpieza (clorhexidina, cloruro de cetilpiridinio, ácido tánico y benzoato de bencilo) pueden adquirirse a través de laboratorios o proveedores de productos químicos, pero no están disponibles a nivel comercial en las mismas concentraciones que las utilizadas en el estudio. También se probaron los pañitos con alcohol isopropílico para determinar sus propiedades de limpieza.