El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil multó al presidente y candidato Jair Bolsonaro por realizar el 19 de abril propaganda electiva anticipada en Cuiabá, capital del central estado de Mato Grosso, se confirmó hoy.
Según la página oficial del TSE, por mayoría el pleno de la corte estimó la demanda presentada por el Partido de los Trabajadores (PT) contra el mandatario de tendencia ultraderechista por difusión electoral adelantada practicada durante una caravana de motos y un mitin en un templo religioso en Cuiabá.
Se aplicó al exmilitar una multa ante propaganda extemporánea negativa por valor de cinco mil reales (cerca de mil dólares).
Al inaugurar la divergencia, el ministro Ricardo Lewandowski destacó que los eventos citados, por sí solos, no configuran propaganda preelectoral.
Sin embargo, la grandeza y la organización de los eventos y discursos que enfatizaron el mantenimiento del entonces presidente de la República en el cargo caracterizan acto de campaña.
«Nuestra jurisprudencia electoral se ha posicionado en el sentido de asentar la naturaleza de ese tipo de acto, siendo la previa organización y la presencia del candidato pruebas de esa naturaleza electoral», explicó Lewandowski.
Insistió en que al analizarse el conjunto de las circunstancias en que fue organizado el evento, «tengo como configurado un verdadero acto de campaña».
En el público paseo en motocicleta, Bolsonaro, postulante presidencial por el Partido Liberal, y su equipo solicitaron de forma anticipada el voto para su candidatura a la reelección en el sufragio del 2 de octubre.
La última encuesta del instituto Inteligencia en Pesquisa y Consultoría Estratégica, publicada el 19 de septiembre, muestra al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, abanderado del PT, con 47 por ciento y al excapitán del Ejército, con 31.
Más de 156 millones de brasileños, la mayoría mujeres, están habilitados para votar en la próxima consulta, en la que se elegirán presidente y vicepresidente, gobernadores, diputados, senadores y legisladores regionales.
De acuerdo con analistas, Lula encausa su campaña en busca de una articulación para construir una amplia alianza electoral de la izquierda, con la finalidad de derrocar el poder ultraconservador imperante desde 2018, preservar la democracia, rescatar la economía y promover la pacificación del país.
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