No existe recurso más importante para los seres humanos que el agua. Sin embargo, el acceso a este preciado bien hoy en día es muy desigual.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hoy en día una cuarta parte de la humanidad no tiene acceso a agua potable.
Esta es la población más pobre del mundo. Y como regla general, el acceso al agua está determinado por la viabilidad económica.
Cuanto más rico es el país, más amplia es la cobertura de su red. Y, en países en vías de desarrollo o menos desarrollados, el país más rico tiene más agua que el país más pobre, y la población urbana más que la población rural.
Pero eso no pasa en todas partes. Hay un país en particular que se cita como ejemplo en el que no es necesario ser rico para poder proporcionar agua por igual a todas las personas.
En esta nota te explicamos cómo Paraguay, un pequeño país mediterráneo anclado entre Brasil, Argentina y Bolivia, logró garantizar el acceso universal al agua de su población, con una distribución más equitativa que la de los países más acaudalados de la región.
Paraguay, un pequeño país en el Mediterráneo, ubicado entre Brasil, Argentina y Bolivia, ha logrado garantizar el acceso universal al agua para su gente, con una distribución más equitativa que la de los más ricos de la región.