LDLG. En adelanto de fallo, Erwin Paúl Chumacero Valle fue condenado este jueves a 20 años de pena privativa de la libertad por el delito de feminicidio en grado de tentativa en agravio de su ex conviviente T.A.R.G; tras haberse acreditado en juicio oral su responsabilidad penal.
El Fiscal Provincial Antonio Joel Querevalú Mendíves de la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar de Piura, presentó como pruebas contundentes la declaración de la agraviada en la que narraba coherentemente cómo Chumacero Valle llegó hasta su domicilio la mañana del 2 de agosto del 2020, proveniente de Lima, junto a su menor hijo; cuando luego de desayunar le pidió a ella retomar la relación de pareja pero ésta se negó, recordándole que no él había cambiado su forma de ser tan violenta, pues anterior mente ya la había atacado con una tijera; por lo que se retiró a lavar ropa al corral de su casa.
Es ante ello que, su ex conviviente le insistió y ante su rotunda negativa salió a la sala para regresar minutos después hasta corral donde T.A.R.G se encontraba de espaldas, tomándola de inmediato del cuello con el brazo izquierdo, tapándole la boca y con cuchillo en la mano derecha le dijo “hasta nunca”, la tumbo al suelo, empezando atacarla con el cuchillo, queriendo hincarla en el pecho que ella se cubría con las manos, logrando hincarla en la espalda, el cuello, la pierna y en el brazo izquierdo.
En este forcejeo la agraviada logró gritar dos veces pidiendo auxilio, siendo escuchada por su hijo, quien salió al corral y grito “¡papá que tienes!” y lo jaló. Es ahí que el denunciado deja de agredirla, empuja a su hijo y sale corriendo hacía la calle, dándose a la fuga hasta el 20 de agosto de ese año en que fue capturado y enviado al penal con prisión preventiva.
Otro de los medios probatorios presentados por el Fiscal fue la inspección del lugar de los hechos realizada por el personal policial especializado en escenas del crimen, así como la declaración de uno de sus menores hijos presente en el momento del evento criminal; además de los peritajes psicológicos y sociales, así como las denuncias previas que daban cuenta del contexto de violencia en el que se encontraba inmersa la víctima.
