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domingo, abril 2, 2023

Según estudios científicos estamos sufriendo la séptima extinción masiva

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La Tierra se encuentra actualmente en medio de una extinción masiva, perdiendo miles de especies cada año. Una nueva investigación sugiere que cambios ambientales drásticos causaron el primer evento de este tipo en la historia, y que esa primera catástrofe ocurrió millones de años antes de la extinción que hasta ahora se había venido considerando como la primera.

La más famosa de las extinciones masivas es la que aniquiló a los dinosaurios y a muchas más especies hace 66 millones de años, al final del Cretácico. Otra extinción bastante conocida y más grave es la desencadenada hace unos 252 millones de años.

El equipo de Chenyi Tu, de la Universidad de California en Riverside (UCR), Estados Unidos, ha llegado a la conclusión de que una extinción similar se produjo hace 550 millones de años, durante el periodo Ediacárico.

Aunque no está claro si esto representa una extinción masiva del mismo tipo que las posteriores, el porcentaje de organismos perdidos es similar al de estos otros eventos, incluyendo el actual, en curso.

Los investigadores creen que los cambios medioambientales son los responsables de la pérdida de aproximadamente el 80% de todas las criaturas del periodo Ediacárico, que fueron las primeras formas de vida complejas y pluricelulares del planeta.

Los registros geológicos muestran que los océanos del mundo perdieron mucho oxígeno durante aquella época, y las pocas especies que sobrevivieron tenían cuerpos adaptados a entornos con menos oxígeno.

A diferencia de otras extinciones posteriores, esta primera ha sido más difícil de documentar porque las criaturas que perecieron eran de cuerpo blando (sin huesos) y no se conservaron bien en el registro fósil.

«Sospechábamos que se trataba de una extinción, pero para demostrarlo tuvimos que reunir una enorme base de datos de pruebas», explica Rachel Surprenant, paleoecóloga de la UCR y coautora del estudio. El equipo documentó el entorno, el tamaño del cuerpo, la dieta, la capacidad de desplazamiento y los hábitos de casi todos los animales ediacáricos conocidos.

Los resultados del estudio refutan la idea de que lo acaecido con la vida de la Tierra hace 550 millones de años no fue una extinción masiva sino un cambio en la conducta animal (esencialmente la aparición de depredadores) o que no sucedió nada especial sino que simplemente faltaba encontrar los datos correctos.

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