Las baterías de iones de litio, ligeras y de gran capacidad, se utilizan ampliamente en teléfonos móviles, ordenadores portátiles y otros dispositivos. Sin embargo, los electrolitos orgánicos de las baterías de iones de litio convencionales son muy inflamables, lo que a veces provoca incendios o incluso explosiones.
Teniendo en cuenta lo mucho que usamos las baterías de iones de litio, existe un riesgo real de que estos accidentes puedan causar daños directos a los usuarios, y por desgracia ya se han dado casos.
Ello ha llevado a la demanda creciente por el público de baterías más seguras.
Una alternativa a las baterías con los electrolitos convencionales para evitar los peligros derivados de que estos sean inflamables, la constituyen las baterías con electrolitos acuosos.
Sin embargo, la menor reversibilidad del ánodo de zinc en electrolitos acuosos, provocada por la formación de dendritas de zinc y otras reacciones no deseadas, ha impedido que las baterías de iones de zinc tengan un uso amplio. Las dendritas de zinc son depósitos indeseados de zinc que se forman en el ánodo durante su ciclo de funcionamiento y que reducen el rendimiento y la estabilidad de la batería.
El equipo de Soojin Park, Gyujin Song y Sangyeop Lee, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (POSTECH) en Corea del Sur, ha desarrollado una batería estable de iones de zinc que utiliza agua como electrolito. El equipo empleó una capa de polímero protectora para evitar la corrosión del electrodo y aumentar la estabilidad del ánodo de zinc, mejorando la estabilidad electroquímica de la batería acuosa de iones de zinc y evitando los problemas que típicamente han venido afectando a las baterías de iones de zinc con agua como electrolito.
