Estos son días difíciles para el ejército ucraniano. Está bajo más presión que nunca desde que se sintió desesperanzada en las primeras semanas después de la invasión rusa.
Las tropas pueden estar librando una batalla perdida en Lugansk, en la zona norte de la región Donbás y el Estado Mayor ucraniano dice que los rusos parecen estar reuniendo fuerzas para una nueva ofensiva.
De hecho, el ejército ruso intensificó sus ataques en el frente del Donbás, intentando cerrar el sitio de Severodonetsk, ciudad que antes de la invasión contaba con una población de 80.000 habitantes.
Los ucranianos, como lo han hecho hasta ahora, luchan con una determinación inquebrantable.
Se traen todos los refuerzos a esta batalla.
En cuestión de minutos, vi alrededor de 20 vehículos blindados de transporte de personal con sus tropas en ellos, moviéndose hacia las líneas del frente, así como tanques en los transportes y varios lanzacohetes.
Retrasaron al ejército ruso, pero no detuvieron el avance del ataque.
Los rusos infligieron numerosas bajas.
Una fuente militar de la Brigada 57 me dijo que una de sus unidades entró en la línea con 240 hombres y salió con unos 140 hombres, con el resto muertos, heridos o capturados.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que los rusos podrían matar hasta 100 soldados ucranianos por día en Donbás.
