Mientras los residentes evacuaban, las llamas arrasaban los bosques secos y los bomberos luchaban por proteger las casas del incendio que consumió un sendero de más de 70 Km. en las Montañas Sangre de Cristo en poco más de un mes.
Las familias en Taos Canyon y la estación Angel Fire empacaron sus pertenencias en automóviles y remolques después de que les dijeron que estén listos para partir.
“Existe la posibilidad, con los modelos que estamos ejecutando, de que esas áreas se incendien”, dijo el jefe del batallón del Grupo Nacional de Coordinación de Incendios Forestales, Todd Abel, en una conferencia de prensa.
El pueblo de Chacón estaba en peligro inmediato, donde los residentes se han quedado para proteger las casas de sus familias desde que España-México otorgó tierras en la década de 1820, cuando la zona aún no formaba parte de Estados Unidos.
“Hay mucho fuego que se dirige hacia allí, por lo que recomiendo encarecidamente que la gente evacúe”, hablo Abel.
El norte de Nuevo México está atrapado en su peor sequía en al menos 500 años. Según los científicos, el cambio climático ha reducido la capa de nieve y ha secado los bosques y los valles de alta montaña.
El llamado incendio del Cañón Hermits Peak Calf ha arrasado con bosques y cuencas utilizadas por agricultores y ganaderos indohispanos que han dependido de ellos durante siglos para la tala, la leña, y riego.
En este momento amenaza los bosques donde las tribus nativas americanas Picuris Pueblo y Taos Pueblo han cazado y juntado materiales de construcción durante aproximadamente 1000 años.
El fuego ha destruido cientos de viviendas y más de 95.881 hectáreas de terreno, un área mayor que cinco condados de Nueva York. El fuego está contenido en un 33%.