Luego de una productiva rutina de ejercicios, es natural que por medio de la sensación de sed, el cuerpo solicite la necesidad de tomar líquido, de esta manera se recuperan las cantidades de agua que tuvo que gastar el organismo para soportar la exigencia de la actividad física.
Un día caluroso, ajetreado o copado de momentos estresantes también puede ser una razón para que el cuerpo pida líquido, esto sin duda, es algo normal y bastante común. Sin embargo, debe ser una razón de preocupación cuando la sensación de tener sed o de sentir la boca seca se vuelve algo crónico
“Tomar grandes cantidades de agua es saludable en la mayoría de los casos. Sin embargo, las ganas de beber demasiado puede ser el resultado de una enfermedad física o emocional. La sed excesiva puede ser un síntoma de la presencia de altos niveles de azúcar en la sangre (hiperglucemia), lo cual puede ayudar a detectar la diabetes” Indica el portal de salud MedlinePlus
La diabetes tipo 1 o 2 pueden ser una de las razones por las que se presente estas sensaciones de resequedad, esto debido a que cuando los niveles de azúcar están muy altos somete a los riñones a un mayor trabajo esto debido a la filtración y absorción de glucosa que debe realizar.
La deshidratación es otra de las razones por las que suele presentarse una sensación de sed prolongada, además de sentir la boca seca. Esta se presenta por una deficiencia de minerales y electrolitos esenciales, falta de componentes que normalmente se presenta cuando el paciente tiene diarrea o vomito.
Existen algunos medicamentos cuyos efectos secundarios pueden abarcar la sensación de sed y resequedad en la boca. Los adultos mayores porque es una población que mantiene un constante consumo de fármacos