El buque científico de la Marina de Guerra del Perú B.A.P. Carrasco zarpará, este lunes 20 de noviembre, rumbo a Paita (Piura) y Puerto Pizarro (Tumbes), a fin de monitorear el desarrollo del fenómeno “El Niño” y “Niño Costero” en esa parte del norte del país.
En declaraciones a la agencia Andina, voceros de la Marina de Guerra indicaron que durante este viaje al litoral norte del Perú se sembrarán dos boyas oceanográficas frente a Paita y Puerto Pizarro, las cuales conforman el sistema de vigilancia en tiempo real NAYLAMP II, con el fin de detectar el arribo de las ondas Kelvin en las costas peruanas.
Explicaron que estas boyas cuentan con sensores para medición de temperatura del mar, salinidad y oxígeno disuelto hasta los 200 metros de profundidad, corrientes marinas hasta los 1,000 metros, olas y variables meteorológicas, datos que serán transmitidos por comunicación satelital al centro de control en la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN) de la Marina.
Los datos recolectados por las boyas del sistema NAYLAMP II se compartirán con el Comité Nacional de Estudio del Fenómeno “El Niño” y la comunidad científica que monitorean el desarrollo de los fenómenos oceanográficos.
Las boyas serán instaladas frente a la costa norte del Perú a una distancia de 100 y 180 millas, en Paita y Puerto Pizarro respectivamente, a una profundidad aproximada de 4000 metros.
El objetivo es complementar la red de equipamiento oceanográfico y meteorológico internacional que monitorea el arribo de ondas kelvin que puedan desencadenar el desarrollo del fenómeno “El Niño” o el “Niño Costero”.
Un equipo de la agencia Andina viajará en el B.A.P. Carrasco, acompañando al viaje científico, cuyo zarpe está programado para el lunes 20 de noviembre, a las 08.00 horas.
Según lo programado, la nave realizará los trabajos técnicos del 23 al 27 de noviembre e ingresará a Paita el 28 o 29 de noviembre. Su retorno al Callao está programado para el 1 de diciembre.
Características del B.A.P. Carrasco
Entre las principales características del B.A.P Carrasco, el comandante Vizcarra mencionó que tiene una clasificación clean, es decir, que esta nave no produce ningún impacto en el medio ambiente. Cuenta con una planta de tratamiento del agua para convertirla en un insumo potable al ser humano. Además, todos los residuos que se consumen a bordo son procesados y compactados.
De igual forma, agregó, el buque está recubierto con una pintura especial libre de metales pesados con el objetivo de proteger al medio ambiente. Asimismo, el ruido que provoca la movilización de la nave por el mar es mínimo lo cual evita que los habitantes del mar se espanten o asusten.
Este buque peruano está diseñado para realizar diferentes tareas de investigación, desde exploraciones con ecosondas monohaz, multihaz y de pesca que sirven para la elaboración de cartas náuticas, estudios geológicos, exploración de recursos minerales, búsqueda y rescate, comportamiento y distribución de biomasa marina, identificación y discriminación de especies, investigación del plancton, mapeo del hábitat marino, investigación medioambiental, detección de combustible fósil, etc.
“Una sonda multihaz, por ejemplo, es un equipo que trabaja con impulsos de sonido y que da la posibilidad de tener una visión del 100 % del fondo del mar. Es como obtener una fotografía de las profundidades del océano. Se puede sacar fotografías 3D de volcanes submarinos, encontrar buques hundidos, galeones, etc. Tiene una capacidad de llegada de hasta 11 mil metros de profundidad. En cuanto a la ecosonda de pesca, ésta trabaja con 7 frecuencias y permite estudiar las diferentes especies que se encuentran en el mar”, detalló.
Su peso total es de 40 toneladas y está formada por tres cubiertas de grandes dimensiones: entrepuente, puente de gobierno y una Aerial Platform constituida por la base del palo y el mástil.
Alta tecnología
El comandante Vizcarra también precisó que el B.A.P. Carrasco tiene una capacidad para 110 personas entre tripulación y científicos. Además, tiene una autonomía de 51 días.
Cuenta con ocho laboratorios de última generación, bodegas de almacenamiento, salas para intervenciones quirúrgicas y odontología, camarotes independientes climatizados, gimnasio, lavandería, auditorio, comedores, sala de reuniones, etc.
La marcha del buque es a través de 4 motores diésel Caterpillar alcanzando una velocidad de crucero de 12 nudos y una máxima de 16. Debido a su gran capacidad de transporte de personas, combustible, agua y víveres, es ideal para operaciones de salvamentos aeronáuticos y humanitarios.
Otra de las innovaciones tecnológicas que posee el B.A.P. Carrasco es el Sistema de Posicionamiento Dinámico el cual permite el control eficiente de la nave durante el despliegue de equipos científicos en el mar anulando las fuerzas externas que podrían afectar la estabilidad de la embarcación como vientos y corrientes marinas.
“Este sistema de posicionamiento permite que el buque se quede parado en un punto sin moverse. Si viene un viento o un oleaje fuerte la nave no se va a mover y esto es totalmente beneficioso para sacar las muestras del fondo del mar”, sostuvo.
En lo que respecta al puente de mando, el B.A.P. Carrasco tiene un Sistema de Control de Buque (VCS, Vessel Control System) que es una herramienta de alta tecnología que permite controlar y supervisar desde la cabina de control toda la planta de ingeniería de la nave.
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