La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 65 decibeles es el nivel óptimo para el oido humano, sin embargo existen una serie de oficios cuya labor debe desempeñarse en lugares donde predomina el ruido, lo que produce en los trabajadores padecer complicaciones que van desde mareos y dolor de cabeza, sensación de pitidos y zumbidos en los oídos, además de pérdida del equilibrio y disminución progresiva de la capacidad de escuchar.
“La exposición a niveles de ruido por encima de los 65 decibeles y durante largos periodos de tiempo es perjudicial para la salud auditiva. Cuanto más elevado es el ruido y más tiempo el trabajador esté expuesto, mayor es el daño y más acelerado el envejecimiento irreversible de las células que conforman este sistema”, menciona Luis Verástegui Barahona.
El especialista en audiología, señala que, en ambientes laborales con alta contaminación sonora, pasan desapercibido por sus trabajadores, lo cual peligroso, ya que compromete fuertemente su salud auditiva.
Las complicaciones graves que puede generar estar expuesto a altos niveles del volumen, son problemas psicologicos, estres, problemas cardiovasculares y insomnio. Por otro lado, estos ambientes pueden generar falta de atención y problemas de aprendizaje
Es recomendable el uso de amenguadores de sonido para amortiguar la sobreexposición a sonidos elevados, como también disminuir la horas de exposición a estos ambiente.